6ª Itinerancia en Hungría

El puente de 12-14 de marzo se celebró la sexta misión de nuestra Comunidad en Hungría. Bajo el lema “Fui peregrino y me acogisteis – Acoger al peregrino como obra de misericordia” quisimos incluir unas Jornadas sobre la Acogida entre los eventos del Año Jubilar de la Misericordia convocado por el Papa Francisco que en Comunidad vivimos con tanta intensidad y hondura.

La novedad de este año fue, por tanto, la organización de estas Jornadas de fin de semana abierto a todo tipo de público y al que acudieron en gran número participantes, no solo de Budapest, sino de diversos puntos del país. Todo fue preparado y fue posible gracias a la colaboración y ayuda de nuestros amigos peregrinos húngaros. 

Los dos grandes temas desarrollados en las Jornadas fueron tanto la experiencia de haber sido acogidos como la de acoger al peregrino, desde nuestra experiencia de la misión comunitaria de acogida cristiana en Carrión de los Condes, en el Camino de Santiago. El programa de los dos días contaba con claves para meditar, oraciones, talleres, mesas redondas y testimonios de amigos de la Comunidad que lideran también proyectos de acogida cristiana como Giuseppe Monsone y Leonie van Staveren con Anna Asselman, nuestras amigas peregrinas-hospitaleras de Holanda.

El lunes, día 14, participamos con un centenar de personas en la peregrinación (de los llamados “Lélektúra”, caminatas espirituales) por los montes de Gödöllő. Partimos de Veresegyház y nos dirigimos al santuario mariano de Máriabesnyő, donde cruzamos la Puerta Santa de la basílica. La naturaleza de una incipiente primavera nos rodeó con un entorno sugerente para las meditaciones sobre las obras de la Misericordia guiadas por István y Hajni Fényi. Durante el camino pudimos compartir personalmente y al final del día hicimos una breve presentación de nuestra Comunidad y de nuestra Orden. (Los Agustinos volvieron a Hungría después de la invasión turca, pero al disolverlos José II, la presencia de la Orden en Hungría cesó a finales del siglo XVIII).


Estos días han supuesto un hito, un gran paso adelante, en la secuencia de las itinerancias. Se está fortaleciendo cada vez más la comunión y el compromiso entre la Comunidad y nuestros amigos peregrinos húngaros, cuyo número también va aumentando. Hemos sentido un gran amor y una comunión incondicional de su parte en la acogida, en la organización y preparación de las Jornadas, en la confianza hacia nosotras, en su generosidad, entrega y apertura, en su trabajo durante el fin de semana… 

Sabemos que contamos con una “familia espiritual” en su persona y son un gran don de Dios.

Ha sido una experiencia preciosa y emocionante la colaboración de amigos laicos en esta itinerancia. Uky Maldonado, desde España, ha viajado con nosotras y Laura Buceta desde Brescia: su compañía, su testimonio fue - junto con los de los húngaros - un fruto del camino recorrido en comunión.


Tampoco queremos olvidar la comunión fraterna entre las cuatro hermanas que participamos en la misión. Siempre hubo alguien para traducir a un idioma común para incluir a las hermanas en la conversación que a veces transcurrió en español, otras en inglés, en alemán o en francés – fundiéndose en un Babel simpático con el húngaro, el holandés y el italiano…
 

La bendición del Señor acompañó la itinerancia – que nos hace dar gracias por ella de corazón, con la certeza de que Él es quien nos guía y nos acompaña paso a paso por el camino emprendido hace años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario